El Orfila es uno de esos hoteles que te transportan a otra época nada más atravesar su puerta. Ya desde fuera se intuye lo que se puede encontrar en su interior, ya que se ubica en un palacete construido en el siglo XIX, en una de las zonas con más encanto de la ciudad, en la calle que le da nombre en pleno barrio de Chamberí.

Una vez dentro, las escalinatas y el zaguán, que permanecen tal y como se diseñaron en origen, el tapizado de las paredes, los muebles antiguos y en general el estilo clásico que predomina en el hotel, confirman las expectativas iniciales. Cada habitación del hotel es única, con una arquitectura y decoración diferentes a las de las demás; pero todas tienen algo en común: te transportan al siglo XIX, aunque con las comodidades de los hoteles más modernos.

El resto del hotel está impregnado también de este estilo palaciego. El salón de té, la sala de reuniones, el bar de estilo inglés y el restaurante, El Jardín de Orfila, dirigido por Mario Sandoval, chef con dos estrellas Michelin, completan la oferta para una estancia de lujo en otra época. Quizá por esto, el Orfila es el único hotel de Madrid que ha logrado colarse en la cadena Relais & Châteaux, que agrupa a algunos de los pequeños hoteles más prestigiosos del mundo y de la que forman parte algo más de 400 establecimientos en el mundo.