Desde el interior del Hotel Fénix Gran Melia, el barman Javier de las Muelas conquista la ciudad con una sucursal de su famosa coctelería barcelonesa, toda una referencia mundial en el arte de los cócteles.

La estrella, aquí como en Barcelona, es el Dry Martini: vermú seco y ginebra, bien agitados en una coctelera con hielo y servidos en una copa triangular (copa martini) con un toque cítrico y una aceituna como adorno.

El Dry Martini se compone de tres espacios diferenciados: el Tea Corner, bajo la cúpula de vidrio y con cómodos sillones y sofás; el Bar, con una barra de madera de 10 metros de longitud, en el que hay un contador de martinis servidos, gracias al cual el comensal puede disponer de un certificado firmado por Javier de las Muelas en el que se indica el número del martini tomado; y el salón "Cuatro Estaciones", con mesas, sillones y sofás, en el que una chimenea enmarcada por una librería rinde homenaje a la estancia de los Beatles, que estuvieron alojados en este hotel cuando actuaron en Madrid el 2 de junio de 1965.