Muy cerca del Paseo de Recoletos, en la zona de Salesas, esta cafetería – restaurante aboga por el movimiento slow life, que busca la relajación dentro del estrés de la vida diaria. Y se plasma en su decoración sencilla y a la par cálida, en su comida casera, en la música suave y, en general, en el ambiente calmado que transmite.

El local cuenta con una gran mesa de madera maciza justo al lado de la barra de la entrada, así como con otras mesitas redondas con sillas de madera

La reducida carta se compone de platos de cocina de mercado con inspiración mediterránea, recetas de toda la vida con un toque actual elaboradas con cariño. Sirven desayunos, comidas y meriendas, con un pan de masa madre elaborado por ellos, así como el resto de la repostería. Todo lo que se sirve es casero y está hecho al momento.